Los mercados dom inan el arte del disimulo y los tiempos gloriosos en los que se podían leer con cierta facilidad las intenciones de los operadores son solo una nota a pie de página en los libros de historia. Por eso el análisis técnico tan menudo, pero no siempre, acaba en el desencanto.
Hoy el EURO ha vuelto a intentar envolvernos en la tiniebla de las pistas falsas pero ha cometido algunos errores. Al descuido ha roto levemente al alza la formación de bandera. Tal vez se ha arrepentido y ha cubierto su desliz con una vela “doji” fingiendo indiferencia. También ha elegido para esta maniobra la zona del 30% de retroceso del último tramo alcista, un lugar demasiado evidente para ello.
El EURO ambiciona la zona del 1,4250 y ese deseo o más bien los nervios nos han dejado trazas de sus intenciones. Somos observadores atentos.
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